Os cuento que
hay otras formas de hacer teatro, que hasta ahora las dramaturgas expuestas en los espacios vinculados a las administraciones públicas resuelven mayoritariamente la acción dramática con el texto, y no caemos en la
cuenta, o no nos damos cuenta de que existen otras maneras de decir las cosas que no sea la que ya
repetidamente se hace.
Hay que contemplarlo todo, la solución del texto en la
resolución de la estructura dramática es positiva, pero también existen otras
maneras de decir las cosas, el ser humano no solo habla para explicarse,
también se mueve, gruñe, llora, ríe desesperadamente, las locuras del ser
humano no solo son resueltas por palabras.
las aparentes acciones incoherentes de la raza humana no veo que estén contempladas por los directores asociados con el éxito.
Se perfectamente que los espacios
públicos no son todo lo que deseamos que fuesen, pero estos son los teatros que
tenemos en nuestra ciudad y no hay más. A lo largo de mi carrera teatral los
sistemas alternativos de comunicación se me revelan como una forma más completa y más orgánicas para llegar, estremecer, sacudir y conmover al respetable.
El mundo del
texto o mejor dicho la palabra, tiene y ha tenido una importancia vital a lo
largo de la historia, y las instituciones publicas lo han expuesto como
reclamo, pues bien, ¿no creéis que también las propuestas que no resuelvan la
estructura dramática con la palabra deberían tener un hueco dentro de los
teatros públicos? No se trata de elegir...
“lo
uno o lo otro”, a mi juicio se trata de englobar “lo
uno con lo otro”
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