Desde pequeño y debido a mis circuntacias sociales, culturales y sin duda personales e necesitado de manera insistente a inventarme otra vida, a creer que yo era otro e incluso, y en la vida real, a hacer creer a mis con generes historias que no me pertenecían. Recuerdo comentar historias de mi familia y sobre su pasado y lo que en aquel entonces era mi presente. La teatralidad era el pan de cada día y la verdad, mi verdad la escondía como un pirata esconde su tesoro, la angustia de sentirme encerrado y atado la los lazos de la ignorancia del desconocimiento, ! Yo sabía que se podían vivir otras vidas! ! Yo sabia que se podía vivir mejor!. Pero en aquel entonces, no sabía como.
Mi familia era multitudinaria en miembros y escasa en recursos económicos, culturales, y sociales; comprar un cuaderno se convertía en una odisea, y asistir al colegio, era sólo si yo quería. Mis compañeros de clase sólo conocían de mi aquello que yo les mostraba, a veces les hacía creer que era un don Juan en busca de su Inés y otras un rico heredero saciado de placeres.
Y todo esto ¿Para que ha servido? pues si, precisamente el pasado es el, ¿porque soy actor?, sigo inventándome historias, pero en el escenario, sigo haciendo creer que soy aquel don Juan en busca de su Inés, pero para los espectadores, y a veces pienso que ante el tópico de la pregunta ¿El actor nace, o se hace? yo, tendría que responder, que se nace.
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