Ser actor nos obliga a ver nuestra interpretación impregnada en nosotros mismos, es decir a ver nuestra obra encarnada en nosotros mismos. La herramienta esencial del teatro es el propio ser, nuestro cuerpo, nuestras capacidades, miedos, comportamiento, etc. y todo entregado a servicio de la escena, al servicio del espectador. Nos da la posibilidad de ser y mostrar nuestras emociones sin reproches sin juicios; malos, amados, los más denostados, reír, sentir asco, tristeza, sorpresa, etc. con el teatro despleguemos todo nuestro ser y salir indemne de tal acción.
El teatro ha sido una parte importante de la sociedad desde la antigüedad. Nos permite explorar y conocer nuestro comportamiento, nuestra naturaleza humana. Nos ofrece entretenimiento, promueve valores y crea criterio propio. Desde el teatro se han contado historias y se han expresado emociones que de otra manera no habían podido ser expresadas.
Desde los homínidos que poblaron la tierra para invocar lluvias, liturgias, consagraciones a la tierra o llamamientos a los dioses del aire, etc. este es uno de los medios más antiguos de comunicar ideas y pensamientos, ha sido uno de los principales medios de expresión a lo largo de la historia.
El teatro nos hace entender, cuestionar y reflexionar temas y situaciones de la vida cotidiana, abordar el racismo, el sexismo, la discriminación, la justicia social, etc. Ayuda a los espectadores a verse a sí mismos con una perspectiva diferente y a comprender mejor los problemas de la sociedad, a sentirse conectados entre sí, compartiendo experiencias comunes, al tiempo que construye oportunidades para que las personas compartan sus experiencias con personas de diferentes orígenes, culturas y creencias, también nos permite escapar de la realidad y disfrutar de un mundo de fantasía.
Con el teatro se fomenta el pensamiento crítico, la empatía y la resolución de problemas, habilidades para el teatro y para la vida real, mejora la comunicación y la expresión de ideas, por ello, promueve el diálogo y el entendimiento entre las personas.
El teatro empodera a los grupos marginados, y educar a la sociedad sobre temas que a esta le concierne.
Las obras de teatro pueden presentar temas controvertidos o conflictivos, lo que permite a los espectadores procesar la información de forma segura, y a veces puede llevar a cambios de comportamiento, y además de crear comunidad.
El teatro ofrece una mirada abierta a situaciones problemáticas, permite abarcar de una manera más profunda aquello de lo que se trata.
El teatro es una herramienta para la sociedad, ya que fomenta la interacción, la creatividad, el respeto, la empatía y la reflexión. A través de sus historias, el teatro ha sido un medio para celebrar, aprender y compartir experiencias. Esto ha contribuido a una mejor comprensión de la naturaleza humana y el contexto que nos rodea. Nos ofrece alas para ser más libres, pies para correr más rápidos y seguros, sentido para no perdernos, empatía para colocarnos en el lugar de los demás. Y sobre todo a ser aceptado por uno mismo.
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