Según el sociólogo chileno Manuel Antonio Garretón: “En tanto la equidad apunta a la igualdad de oportunidades individuales, la igualdad apunta a la distancia entre categorías sociales respecto del poder y la riqueza, o si se quiere del acceso de instrumentos que determinan el poder sobre lo personal y el entorno. Una sociedad puede ser a la vez equitativa y desigual” (Garretón, 2000).
Por lo tanto la equidad significa que cada uno recibe lo que le corresponde o lo que merece. La igualdad, en cambio, implica recibir el mismo trato sin considerar las diferencias. Igualdad es tener los mismos derechos ante la ley; el derecho humano a la igualdad siempre va aparejado a la no discriminación.
La equidad es un valor que implica justicia e igualdad de oportunidades entre personas respetando la pluralidad de la sociedad.
La equidad es una noción que sirve para establecer un orden adecuado en las relaciones humanas. Es decir que todo ser humano, sin importar sexo, cultura, religión, o cualidades físicas, tenemos derecho a las mismas oportunidades que los demás.
Pero, ¿cómo lograr una equidad? Pienso que para lograr esto, habrá que informar a la sociedad sobre las diferentes discapacidades que existen, en lo que puede afectar y en lo que no, de cómo las personas que viven día a día con alguna discapacidad logran ser independientes y crecer como seres humanos.
Para la Igualdad y la equidad las personas con alguna discapacidad no desean ser tratadas de manera especial, o con privilegios sobre las demás personas, y es el error que a nuestro criterio es el más cometido. Más allá de discriminarlas de una manera negativa, las queremos tratar como si fueran diferentes y todo el tiempo necesitaran de ayuda, y aunque las intenciones no sean malas sí terminan creando un mal ya que de alguna u otra manera, no ayudan a que haya una inclusión adecuada a la sociedad.
Es importante tener un conocimiento adecuado acerca de las diferentes discapacidades como lo que podemos y debemos hacer para ayudar y de igual forma lo que no podemos ni debemos hacer, ya que muchas veces queremos ayudar a alguien y terminamos haciendo un daño por falta de información.
En algunos círculos sociales se nos habla de que la igualdad no existe ni debería existir ya que esta, borraría cualquier ápice de diferencia entre seres humanos, ya no hablo de igualdades de derechos y obligaciones que en este caso si debería ser así, hablo del respeto a las diferencias, diferencias que si existen entre distintas maneras de estar en el mundo, ya nos lo dice Pancho Villa en esta frase “La igualdad no existe, ni puede existir. Es mentira que todos podamos ser iguales; hay que darle a cada quien el lugar que le corresponde”.
La equidad nos permite poner a todos los seres humanos en la misma disposición para disfrutar del arte, tanto como espectadores , como realizadores de los mismos, y es precisamente esto lo que no ocurre, conocemos casos en los que se hace una prueba para un curso de danza contemporánea convocado por una administración publica que le dicen a una de mis alumnas que no puede acceder a dicho curso porque ella va en silla de ruedas. Estos no se han enterado que la danza no es exclusiva de una raza, etnia y en este caso de capacidad.
Las personas con discapacidad tienen una necesidades especificas, unos procedimientos donde algunas veces tenemos que recurrir a un equipo multidisciplinar, esto es debido a que hay ciertas necesidades que el mismo contexto tiene que asumir como propias. Es la misma sociedad, el entorno y las ayudas las que se tienen que adaptar a las necesidades de las personas con dificultades específicas.
En el mundo del teatro no es menos importante, en el teatro Brut sabemos que este sector poblacional necesita de equipos artísticos que sepan como mínimo que una discapacidad no es una enfermedad, partiendo como mínimo de este concepto habremos de pasar por un proceso de formación que nos posibilite un mayor conocimiento y por lo tanto una mayor conciencia de la intervención artística.
Llevar hacia adelante un programa artístico donde la equidad sea la plataforma de salida y también de llegada del proceso creativo, conocer las necesidades y capacidades del futuro actor o actriz es imprescindible, ya que sin este conocimiento, sin esta búsqueda, no podríamos ayudar a potenciar todo su capital humano, todo su caudal creativo.
La equidad nos ayuda a saber a ciencia cierta desde donde partimos y hasta donde podemos llegar y esto en el mundo del teatro es de muy gran ayuda, ya que conoceremos con ello, todos los elementos humanos, de comportamiento, capacidades, habilidades, posibles patologías añadidas, etc. con los que partimos, de esta manera, veremos al usuario tal y como es con sus puntos fuertes y sus posibles mejoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario