Ser viejo no es un insulto, es un logro, hay que ser más valiente para ser viejo que para ir a la guerra, porque el que va a la guerra, cree que va a sobrevivir, y el viejo ya sabe que su decrepitud avanza, y esa es la verdadera guerra.
Tenemos que educar a las personas a quitar, erradicar el miedo a la vejez, quitar el encorvamiento prematuro, quitar el “ay, ay, ay, ay soy una yaya”.
Somos las mismas personas que fuimos en la adolescencia, y las mismas personas que hemos sido a lo largo de nuestra vida, pero, pero el suelo se mueve bajo tus pies, pero también el suelo se movía a los 14 años, ahora sabes que te quedan pocos, tienes y eres el niño o niña que fuiste, y somos tan jóvenes en la vejez, como joven fuimos en nuestra adolescencia, porque todo nos sucede por primera vez, todo nos sucede por primera vez, ahora si muevo este brazo me esta sucediendo por primera vez, porque cada día es nuevo.
Maruja torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario