El rito en el teatro nos ha catapultado a los mas profundo de la actuación, este engaño consensuado no ha transportado el mundo de los dioses, de los duendes. El mundo onírico del rito es como si se apoderara de nosotros una fuerza mayor, en el rito es de vital importancia la relación que se establece en el mismo presente, en el momento de la ejecución en el que se desarrolla. Esta embriaguez de alguna manera nos contacta con la parte más antigua del ser humano, con las creencias donde se implica toda la historia de la humanidad, este se apodera y configura una nueva realidad, realidad íntimamente ligada a los demás y a al todo, la conexión intrínseca que se establece en el mito nos revela lo verdadero, lo genuino de cada uno del todo.
De alguna manera el desarrollo del rito se da cuando la perdida de la conciencia, el olvido de lo aprendido, no nos inoportuna para alcanzar un aquí y ahora derivado hacia la creación artística, hemos de recordar que las personas con discapacidad al tener una disminución en el Neocórtex esto le permite por lo menos ser un poco más libre, un poco menos sujeto a las convicciones del contexto en el que vivimos.
Desde sus inicios, antes de llamarse teatro, se le conocía a éste como ritual que se realizaba en eventos alrededor de una fogata donde todos danzaban, cantaban, actuaban, hacían un rito para un cierto dios pidiendo algo para la tribu o entorno; todos como comunidad y como uno solo, pidiendo algo, compartiendo una misma energía.
Todas esas pequeñas maravillas arquitectónicas - panales, hormigueros, conchas marinas y demás- son realizadas de acuerdo a habilidad es heredadas y arraigadas en las células y el sistema nervioso de la especie.
"Los símbolos, los ritos, los rituales y las acciones se mueven en el mundo de la experiencia humana, pero apuntan, más allá de sí mismos, hacia esa fuerza trascendente; los ritos y los símbolos conducen a la realización de la propia identidad, arte absoluta.”
Joseph Campbell
El mito
La historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante un tiempo primigenio, en el que el mundo no tenia aun su forma actual. Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdadera
Sus características mas claras trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la Tierra, la muerte, el nacimiento y similares, y está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente a muerte, dioses contra hombres o bien contra mal.
Proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar o neutralizar nuestra angustia.
El rito
Un rito es un acto religioso o ceremonial repetido Invariablemente en cada comunidad cultural. Los ritos son las celebraciones de los mitos; por tanto, no se pueden entender separado de ellos.
Clases de Rito
• Purificación
• Sangre
• De transito o de paso •Funerarios
• Iniciación
• Exorcismos
• Consagración
• Conmemoración
• Acción de gracias
• Expiación
Hemos de aclarar en estas páginas que el rito y el mito tienen como forma esencial el abandono de si mismos para buscarse a si mismos, en medio de una evocación, lo esencial a mi juicio es al abandono total de uno mismo, conectar con lo más genuino que un ser humano pueda dar, el dejar atrás el cerebro del neo córtex para dejar que los cerebros límbico y Reptiliano tomen posesión de la creación, los acuerdos en los parámetros de actuación serán planteados antes de la misma intervención, lo que cada individuo aporte a la realización del rito, es cosa de cada cual.
El rito en el teatro
Entrar en una ceremonia, rito o fiesta, tanto sin es sacra como profana o en nuestro caso en el ámbito teatral, es apartarse de la cotidianidad y liberarse del rol habitual. Esta liberación puede significar a veces la conculcación de la personalidad a través de la máscara, del personaje, del vestuario, etc., la trasgresión en contraste con aquel que observa dicho rito. Es, en suma, dejar el espacio cotidiano para entrar en una realidad distinta con la demarcación de un espacio en un tiempo determinado. Todo lo que acontece en este espacio acotado tiene un significado único, nuevo y trascendental. Esta peculiaridad del rito es lo que hace que los hombres y mujeres de la escena vuelvan a él sus ojos, pues les da las herramientas para crear una realidad nueva, reordenada simbólicamente y con valor mítico.
El teatro surgió en distintas sociedades y momentos alrededor del mundo a través del mito, el ritual, la narración, la imitación y la imaginación.
De esta suerte, no resulta extraño que el espíritu que alimenta el rito tenga carácter iconoclastas y rupturistas de formas convencionales y tomadas por cada contexto como “el buen teatro”., el teatro rito configura una imagen del individuo mártir de la civilización en la que vive, denunciando la condición materialista como principio destructor del hombre contra el hombre, el conflicto del rito nos arrastra a formas y modelos no descubiertos, a creaciones única e irrepetibles. La humanidad, desamparada y aislada en el centro del espacio escénico, «El actor que se sitúa en el centro de la escena es desnudado y expuesto y privado de la individualidad,
El rito pasa a ser el medio expresivo por excelencia que, rechazando la supuesta falsedad de los códigos sociales desarrollados por el contexto en el que se encuentra, recurre a lenguajes de inspiración primitivista como defensa última de la subjetividad frente al avasallante mundo exterior.
El rechazo a cualquier tipo de jerarquización impuesta desde instancias superiores, la renuncia a los valores que sostiene la cultura moderna, así como a las formas artísticas preciosistas heredadas de la tradición más inmediata, reaccionando a través de formas de expresión que negaban cualquier forma, para luego aceptar la forma propia que surge a través de rito.
El rechazo al teatro realista y naturalista implica, antes que nada, la negación de los principios de una sociedad legitimada por ese modo de expresión.
Ante la contundente realización del rito, nos damos cuenta desde el teatro Brut, que nada de lo que parece ser, es, y nada de lo que no parece ser, parece que si es.
Desde estas páginas ¡grito y vocifero!, que la búsqueda de la transmutación del arte sólo se consigue trabajando, amando lo que haces, y no amarse a si mismo en el arte. Estamos al servicio de la creación y por lo tanto rindámonos ante ella. Y de esto las personas con discapacidad intelectual saben mucho.
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