La luz no tiene visibilidad por sí misma. Esto es algo que muy poca gente recuerda, quizás por tratarse de una abstracción que sólo se convierte en
realidad cuando “algo ” se hace visible..Y ese algo no es la luz sino aquello
que la refleja. La luz cuenta cómo es la apariencia de las cosas, qué se muestra y qué se oculta.
realidad cuando “algo ” se hace visible..Y ese algo no es la luz sino aquello
que la refleja. La luz cuenta cómo es la apariencia de las cosas, qué se muestra y qué se oculta.
En el teatro la luz se constituye en un lenguaje visual estrechamente ligado a la acción dramática, como el vestuario y la escenografía. Pero ninguno de ellos es imprescindible, ya que la acción dramática tiene como único participante al actor y al espectador. Sin embargo la luz permite su visualización de una determinada manera apoyando, intensificando o complementando sus intenciones, sus emociones. Además la luz –con su lenguaje propio – interviene en un espacio y nos emociona o nos cuenta una historia. Puede constituirse en “acción dramática ” sin la presencia de actores. Así como en un amanecer o un atardecer el sol es el protagonista de la acción, lo veamos o no, la luz puede ser “el actor ”.Su acción transforma todo lo que vemos.
En cuanto al espacio dramático, la luz define una mística particular que se va modificando a través de variables de color, de intensidad, de posición, de movimiento y para ellos es importante conocer las cuestiones perceptivas y simbólicas referentes a la luz, tanto como sus aspectos técnicos.
Para organizar los diferentes temas acerca de la luz he tomado como base las verdaderas necesidades del espectáculo y del estilo teatral a realizar.
Hay tres aspectos fundamentales que deben convivir en el diseño de luces; sensibilidad, creatividad y conocimiento técnico. Sensibilidad para captar la esencia dramática, creatividad y conocimientos técnicos para expresarla desde el lenguaje lumínico.
Pero más allá de estas consideraciones, y de los sofisticados adelantos técnicos con los que hoy contamos, la luz sigue conservando su magia y su misterio.
Tienes razon Manu, sin la magia de la luz tampoco se puede hacer una pintura , yo necesito la luz para mostrar el volumen , la prespectiva, el color, la calidez ...... sin luces y sombras no hay dimension en un cuadro , tampoco en la vida!me gustan mucho tus comentarios. un abrazo.
ResponderEliminarEs muy dificil hacer comentarios en tu blog las letras de verificacion estan cortadas y no sabes como ampliar la ventana . bueno voy a intentarlo otra vez¿¿¿¿¿¿¿¿