REDES

4/6/25

4ª Confesiones NARCISISTAS de un director de teatro, por Manu Medina

«El teatro es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma»

Arthur Miller

Soy heredero de mis días, de ruidos y emociones trastocadas, moldeando y transformándome a cada momento. No concibo el tiempo en horas o días, no soy lo que otros me definen, no soy lo que yo pueda saber de mí. Soy, vástago de las circunstancias, esclavo de la curiosidad, amiga de la inquietud, pero si un poco más libre, un poco más sereno, un poco más indeciso, con un poco menos de creencias, talvez un poco menos de todo.

Cuanto más vivo más creo que tengo que desatar lo caminado, (…cuando este al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar) demoler y dejar mi memoria a campo raso, para talvez ir más ligero, despojarme de convicciones, llenarme de silencios voluntarios dejando pasar los ruidos de una emisora llena de titulares. 

No pretendo que cada idea escrita en estas páginas sea una revelación puramente mía. Al contrario, este volumen es el eco de un proceso de construcción colectiva y continua. En cada línea resuenan las voces, las preguntas y los descubrimientos que compartí con mis alumnos, actores, equipos, gente fuera y dentro del mundo del arte. Mis procesos, mis luchas, fracasos y éxitos me moldean profundamente. Y todos han participado en esta urdimbre, amigos y enemigos, quienes con su apoyo y sus cuestionamientos afianzaron unos y destruyeron mi camino; e incluso, las resistencias de mis supuestos enemigos han profundizado en mis propias resistencias o críticas, paradójicamente, me impulsaron a afinar mis argumentos y a mirar desde otras perspectivas. La relación con todos y cada uno de ellos me ha construido y me sigue construyendo, modelando, redefiniendo mi visión y mi forma de entender el arte y la vida.

Este libro nace de una profunda necesidad de cambio. Convertir el veneno en medicina. Buscar, transformar lo negativo en una fuerza impulsora, de reorientar el camino cuando el que esté ya no funciona. Es una pausa necesaria para la introspección, para revisar y corregir y luego volver a revisar y luego corregir, así una y otra vez, hasta que al fin algún día haya aprendido, simplemente a estar un poco más sereno, y quizás, a cambiarlo todo, para dejarlo como estuvo en un principio.

Las palabras que aquí se despliegan son el fruto de un trabajo minucioso y apasionado, donde la inquietud, la curiosidad y un ardiente anhelo de conocimiento han sido los ingredientes esenciales, conformando un alimento para mi día a día que aún espera y para así encontrar la sazón definitiva.

Impulsado por esa insaciable inquietur y un profundo anhelo por desentrañar los intrincados mecanismos de los procesos artísticos, así como por la imperiosa necesidad de comprender mi propio universo emocional, me he visto en el compromiso ineludible de documentar y reflexionar constantemente sobre cada experiencia, duda, conjetura e hipótesis surgida a lo largo de mi trayectoria en el fascinante mundo del teatro.

Es preciso señalar que lo que encontrarán en las próximas páginas es solo una parte de un proceso de búsqueda, reflexión y análisis que aún está en curso. En ningún momento pretendo que estas ideas, sean conclusiones cerradas; por el contrario, concibo que aquello que hoy parece firme puede, en cualquier instante, tambalearse y caer por su propio peso.

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